GEOVANNY VERDEZOTO

Biografía:

Geovanny Verdezoto. (1984)

Artista visual multidisciplinario, vive y trabaja entre Quito y Santo Domingo de los Tsáchilas. Graduado con honores en la Universidad San Francisco de Quito, trabaja temáticas vinculadas con los procesos de creación artística, vivenciales y de reutilización de recursos. Actualmente, trabaja en proyectos escultóricos lumínicos a gran escala.

Como pintor, ha sido condecorado por el municipio de Quito con el premio Oswaldo Guayasamín por mérito a las artes plásticas 2012. Ha trabajado en exposiciones nacionales e internacionales sobre temas relacionados a la cotidianidad. Su especialidad es la tinta y la acuarela. Ha ganado el salón de Junio de Machala (2016) y el 1er premio de pintura del salón Julio de Guayaquil (2008). Además ha ganado el premio a la excelencia en la trienal internacional de acuarela de Santa Marta en Colombia 2008. Actualmente trabaja en nuevas series con miras al 2019.

Como fotógrafo, ganador del premio París en la Bienal de Cuenca XI edición 2009 con el proyecto “buses dedicados” y del premio IILA fotografía en el festival de ROMA, 2008 por su proyecto “los que se quedan”, siendo así esta su primera publicación (2007), la cual ha sido nominada por la Magnum Foundation Emergency Found y a las Joop Swart Master Class de la World Press Photo en el 2010 para proyectos de fotografía. Ha sido invitado a ser parte de varios libros colectivos de fotografía como Latin American Photo book curado por Horacio Fernandez y el C Photo New Latin Look curado por Martin Parr. Ha participado en Festivales, Bienales y Foros Internacionales de Fotografía en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Además, trabajó en la dirección de fotografía para cine documental (DRAMA FILMS 2010- 2015).

Declaración de artista:

Contactos:

Geovanny Verdezoto

Seudónimo: Ge

Facebook:Geovanny Verdezoto

Instagram: @geovannyverdezoto

Twitter: @geolenin

Título: Sin título 1. Hallazgo arqueológico no documentado / Petroglifo Yumbo de la parte baja
Santo Domingo de los Tsáchilas.
Autor: Geovanny Verdezoto
Técnica: Carboncillo en barra sobre papel. /Frotagge sobre piedra ancestral tallada.
Año: 2020.
Dimensiones: 100cm x 70cm.

Título: Sin título 2. Hallazgo arqueológico no documentado / Petroglifo Yumbo de la parte baja
Santo Domingo de los Tsáchilas.
Autor: Geovanny Verdezoto
Técnica: Carboncillo en barra sobre papel. /Frotagge sobre piedra ancestral tallada.
Año: 2020.
Dimensiones: 100cm x 70cm.

Entrevista:

Guayungas: ¿Cómo fue tu niñez?

Debo confesar que mi infancia fue muy feliz, me atrevería a decir que sin excesos ni carencias sino más bien normal. Nací en Santo Domingo, pero crecí los primeros 6 años en la Concordia, un pequeño cantón -para ese entonces- de Santo Domingo de los Colorados. No había muchas opciones más que la vida de barrio y la casa. Mis padres son personas muy amorosas y trabajadoras que estuvieron siempre pendientes. Eran esos tiempos donde tus padres trabajaban jornadas en la mañana y crecías con tus hermanos a cargo de una empleada por 11 años, muy querida por cierto que cocinaba delicioso. Con un balance de libertades y cuidados que todo niño necesita. Soy el tercer hijo de 3, siempre atrás de mis hermanos. Futbolista apasionado, dibujante y soñador.

GL: ¿Querías ser artista desde niñ@?

Si, tuve mucha afición por el dibujo. Me destaqué rápidamente en el aula y me posicioné como el dibujante del salón. Las clases de artes prácticas y ciencias naturales eran mis favoritas por ser las más visuales. Me pedían pasar al pizarrón a  dibujar los huesos humanos, los animales, flores o la célula y sus partes etc. No tenía conciencia del arte como carrera, pero si como estilo de vida. Incluso se convirtió en herramienta para hacer amigos, me presentaba con un dibujo hecho a muy breves rasgos pero que llegaba a sorprender lo suficiente como para conseguir la admiración y simpatía de mis compañeras y amigos. Tener un talento siempre fue mi arma para enfrentarme a la vida. Fue hasta los 15 años cuando me di cuenta que podía vivir de esto si me preparaba lo suficiente para llegar lejos.

GL: ¿En qué momento o circunstancia te diste cuenta que podrías ser artista?

Cuando llegué al 3er curso en el colegio me tocó una clase de arte con un profesor misionero adventista. Su nombre no recuerdo, desconozco donde se encuentra actualmente. Su paso fue fugaz pero a la vez toda una revelación porque fue quien nos enseñó educación artística en serio. Nunca había pintado con técnicas como el óleo, el acrílico o la acuarela o haber trabajado proporciones humanas y cánones de dibujo. Tampoco conocía del Greco, o del período azul de Picasso, o de las meninas de Velásquez, era un tipo que salió de la nada con un baúl lleno de sorpresas para mí. En ese momento mi mente explotó. Inmediatamente ese mismo año convocaron a un concurso de pintura intercolegial en la ciudad. Al ser siempre el ganador de los concursos internos del colegio, fui escogido para representar a mi unidad educativa. Lamentablemente el concurso era de pintura y no de dibujo. Mi formación en pintura artística tenía apenas 3 meses de ejercicios, familiarizándome con los materiales y no me sentía listo para pelear. Sin embargo, el profesor accedió a darme una clase magistral la tarde antes del concurso. Fue mucha información, mi obsesión era dominar la técnica pero era muy difícil hacerlo a la primera. Una frase que se me quedó para siempre en mi mente fue que: para todo había remedio, la pintura cubre, disfrútalo, para lo que no hay remedio es para la muerte. Al final me traje su boceto y lo repliqué esa misma noche para repasar la mezcla y al día siguiente lo volví a pintar. El gran día llegó, pinté rodeado de personas respirándome en la espalda, muy incómodo temblando de los nervios. Di todo de mi pero el resultado no fue el esperado. Lastimosamente no entré al podio ni a las menciones pero sí conocí a quienes ganaron ese concurso de largo y con méritos propios. Serían más adelante mis compañeros.

GL: ¿Cómo fue tu formación y desarrollo artístico?

A partir de ese concurso conocí a uno de los jurados quien vio en mi trabajo madera para trabajar. Me invitó a su taller de pintura sabatino y ahí oficialmente entré al mundo de la plástica. Aprendí las bases rápidamente, mis padres me compraron muchos libros, pinceles, materiales tenía todo para arrancar. Fueron sábados muy esperados, me volví a reencontrar con quienes ganaron en aquel concurso, nos hicimos muy amigos y colegas. Aprendí de ellos tan rápido que después de un año nos volvimos a enfrentar en un concurso regional. Sorprendentemente me alcé con la victoria y el primer lugar. Fue mi primer gran concurso en 1999 que significó un millón de sucres a mis 15 años de edad. Tristemente el feriado bancario cayó en marzo, ya no recuerdo bien que se hizo esa plata. Me compré materiales o apoyé en casa con algo de las cuentas, no lo sé. Sin embargo, nunca olvidaré lo importante que fue ese impulso para mí. Creo que fue decisivo. 

GL: ¿Cuál fue tu primera exposición, cuál fue la última?

Mis primeras apariciones donde presenté obra fueron en la Galería Imágenes del artista Ibarreño radicado en Santo Domingo Milton Morales. Fue con él con quien trabajamos módulos trimestrales donde exhibimos los avances. Recuerdo que en el 98 presenté mis dos primeros dibujos al carboncillo. Eran retratos de Rumiñahui y de Eugenio Espejo. Ambos de factura aceptable que aún conservo, lo más curioso es la firma y como ahora me da recelo revisar esos primeros intentos de impronta. A partir de ahí, han pasado 23 años de trabajo y muestras. Han existido años muy intensos cuando salí recién graduado y poco a poco he ido reduciendo la producción artística. La última muestra fue en Quito en el espacio público. Se trató de una instalación lumínica a gran escala dentro del marco de fiestas de la ciudad.  

GL: ¿Cuál piensas que debe ser en este momento la función del arte?

El arte debe sanar y cooperar. Debe ser un escape a tanto caos. Nuestras vidas han cambiado en estos tiempos de pandemia. Hoy nuestra misión es sobrevivir un día a la vez, crear y cooperar con el otro. Trabajar en red para sumar. El arte ya no debe ser un recurso de unos pocos sino de las nuevas mayorías. El acceso a las plataformas digitales son las nuevas vitrinas que debemos usar.

GL: ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?

No tengo otra opción. Es algo que está dentro de mí. Cuando era soltero soñaba despierto con llegar muy lejos. Ahora estoy casado y con dos hijos, quiero que no les falte nada. Pero para todo siempre está esa chispa creativa que me dice como hacer las cosas de una manera más divertida. El juego y la concentración son mis herramientas básicas.

GL: ¿Qué crees que puede mejorarse en el sistema del arte?

El mecenazgo de la empresa privada como fomento a los actores culturales. Es imperativo el incentivo a la producción artística que se pueda deducir de los impuestos en las empresas. Colombia es un referente de este tipo de medidas. Además, los artistas necesitan organizarse un poco más en el tema tributario, el seguro social o el uso del espacio público. Los nuevos tiempos demandan nuevos circuitos comunitarios. El mercado del arte local está en pañales, se ha convertido en un sistema anclado al poderes económicos y a ciertos intereses políticos que han terminado por entorpecer el desarrollo de la escena cultural. Si es que podemos decir que existe algo así en el Ecuador.

GL: ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?

Persigo la luz. Entiendo la luz como el conocimiento y el renacer. A partir de este elemento busco temas en el cotidiano y en la historia. Los símbolos históricos. Puedo buscar a diario temas que me inspiren alrededor de la luz.

GL: ¿Cuál es tu compromiso, como artista, contigo mismo y con la sociedad?

Mi compromiso está en la creación de nuevos públicos. Resido en una ciudad que necesita mucho. Cuando salí de Quito y regresé a mi tierra me di cuenta que había mucho por hacer. Construí una sala de teatro y ahora muchos artistas ya pueden performar sin problemas. Que básico y formidable puede ser una pequeña sala de teatro.

GL: ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar, ¿qué viene para 2021?

Ahora soy nuevamente pintor. La pandemia me sentó nuevamente frente al caballete. Quisiera comenzar de nuevo. Quiero darme esa oportunidad que me di cuando joven. El poder pintar sin temores 24/7. Todas las técnicas posibles sin importar los resultados.

GL: Danos el nombre de al menos tres artistas ecuatorianos a los que admiras y tus razones. 

Aunque me lancen tomates admiro la obra de Oswaldo Guayasamín, crecí asombrado de sus trabajos y de sus exposiciones retrospectivas que me mostraban toda su búsqueda como pintor. También el gran Camilo Egas por su puesto y de la generación dorada de pintores como Marcelo Aguirre y Luigi Stornaiolo. 

GL: Defínete mediante hashtags.

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